lunes, 8 de abril de 2013

Los Buscadores de conchas. Rosamunde Pilcher


Hace unos años una amiga me comentó que a su madre le había encantado esta novela, yo lo tuve un tiempo apuntado en mi post-it de libros que quería leer, año tras año lo fui cambiando de agenda hasta que lo perdí. Hace unas semanas en la biblioteca una mujer preguntó por él y rápidamente me vino el recuerdo de mi amiga cuando me lo recomendó. Contrariamente a lo que pueda parecer no tenía unas expectativas muy altas cuando comencé a leerlo, y menos con la edición de la biblioteca que tiene una portada realmente fea. El caso es que he de decir que he disfrutado mucho leyéndolo, no es una novela memorable, pero sí de esas que coges cariño a los personajes y que te hace pensar en ellos cuando no estas con el libro en la mano. He disfrutado de cómo está escrita, de la calidez de algunos personajes, del ambiente que recrea. Se trata de una historia familiar que se desarrolla en Inglaterra en dos tiempos, una parte en los años 80, cuando fue escrita la novela y otra parte en la II Guerra Mundial. Así, combinando los dos tiempos, vas descubriendo la vida de su protagonista, Penélope, y también parte de la vida de sus tres hijos. El hilo conductor es la obra píctorica del padre de Penélope, que se ha convertido en un cotizado pintor de fama internacional. El título de la novela es el nombre de uno de los cuadros que Lawrence Stern regaló a su hija Penélope y toda la obra gira en torno a él. Me ha encantado la protagonista, la forma de ver la vida, cómo se enfrenta a los problemas y cómo se relaciona con sus hijos, me parece una mujer fuerte, cariñosa y sincera. La relación con su padre es muy tierna, te emociona y te llega al corazón. Me ha gustado como están titulados los capítulos con los nombres de cada personaje y cómo está tejida la historia haciendo esos saltos temporales con mucha armonía. Recomiendo esta novela si te apetece una historia familiar, romántica, sencilla y llena de sentimientos.