domingo, 29 de mayo de 2011

UN ÁRBOL CRECE EN BROOKLYN

Hacía tiempo que no lloraba con un libro y con este me he pasado gran parte llorando, pero no penséis que es un libro triste, al contrario de lo que pueda parecer con mis primeras palabras es un libro lleno de ternura, de lucha por superar las dificultades, de disfrute por las pequeñas cosas de la vida... Es cierto que es una historia dura, donde hay pobreza y muchas dificultades, pero no es triste, mi llanto venía dado por un suceso que ocurre en el libro que me recuerda a mi propia vida, salvando las distancias; aunque creo que cualquiera puede llorar al leerlo porque es fácil sentir con los personajes.
¿De qué trata? Se relata la vida de una niña que nació en Brooklyn a principios del siglo pasado, Francie. Ella es la protagonista, junto con su familia. Es una vida dura impregnada de pobreza, pero a la vez llena de afán de lucha y superación. Es un libro intimista, de ritmo tranquilo, centrado en los sentimientos, que se adentra en la subjetividad de los personajes.
El libro está lleno de ternura, de detalles que te hacen sonreir, que te encogen el corazón o que te revuelven la conciencia. Habría mil matices para poder comentar. He de destacar que me ha impresionado la pobreza en la que viven y no porque la autora lo presente de manera dramática, es simplemente el marco que encuadra gran parte de la novela, pero los personajes a pesar de esta situación están llenos de dignidad y creo que eso es uno de los aspectos que dan fuerza a la historia. Mientras leía no podía dejar de tomar conciencia de mil privilegios que nos rodean, sin ir más lejos algo básico como la comida, nos sobra, se nos estropea en la nevera en alguna ocasión, hacemos comidas copiosas de celebración o compramos alimentos cada vez más exóticos venidos de lugares lejanos; los Nolan (la familia del libro) había días que no tenían que llevarse a la boca y la madre jugaba con los niños a que estaban de expedición en el Polo Norte y se habían quedado sin víveres, qué entereza, para que sus hijos no sufrieran tanto y así es como te lo transmite el libro, un poco desde los ojos de la niña. Me gustaba cómo la pequeña Francie sabía disfrutar de pequeños detalles, como el olor del café amargo, la lectura, las flores del jarrón de la biblioteca que visitaba a diario o la embriaguez que sintió al ver por primera vez un tulipán. Me siento identificada con su sensibilidad y en ocasiones su inocencia. Su padre es otro de los personajes más tiernos del libro, es un hombre muy elegante hasta en las peores circunstancias, sin emabargo la vida resultaba demasiado dolorosa y se refugiaba en el alcohol, es muy sorprendente cómo abarca este aspecto, a pesar de lo sórdido que pueda parecer, su personaje está lleno de integridad y ternura. La tía Sissy es la más extravagante y carismática de los personajes, pone un toque de humor y de magia al libro, me ha gustado mucho. La madre sería el otro personaje que yo destacaría, sorprende su fuerza, su dureza y arrojo, pero a veces me cuesta entenderla, supongo que no llego a imaginar en qué te puede convertir una vida llena de carencias y dificultades.
La novela está impregnada de lo femenino, son las mujeres las que cobran más fuerza, son el alma del libro empezando por su pequeña protagonista que va creciendo a medida que avanzan las páginas. Ya desde el principio la abuela desde su sencillez le recomienda a su hija lo que debe hacer para mejorar las vidas de su hijos, para que puedan superarse y salir de la miseria, le dice que deben leer todas las noches dos páginas de dos libros, la Biblia y las obras de Shakespeare, acaban conociéndolos casi de memoria, es evidente la importancia de la educación a lo largo de todo el libro.
Brooklyn es también un elemento fundamental, no puedes olvidar que estás allí mientras lees y al final acabas sintiendo deseos de ir allí y caminar por sus calles, percibir sus olores e impregnarte de todo lo descrito, sin embargo creo que este distrito de Nueva York ha debido de cambiar mucho desde 1916, ja ja. No obstante espero que Pepime me invite y pueda conocer el famoso barrio.

BETTY SMITH:
Cuyo auténtico nombre es Sophina Elisabeth Wehner, nació el 15 de diciembre de 1896, en Brooklyn, lo que hace pensar que la novela tiene mucho de autobiográfica, aunque ella declaró que no era su vida sino era como debería haber sido. Esta fue la novela de más éxito, aunque escribió tres más. Un árbol crece en Brooklyn fue llevada al cine en 1944 y en España se llamó Lazos humanos, ¿alguien la tiene?
Perdón por mis errores de antemano, no me da tiempo a releer.
Hasta pronto leones

3 comentarios:

  1. Hola Kristi, parece que el libro tiene buena pinta, pero creo que no es lo que más me apetece leer en este momento, aunque lo tendré en cuenta. Por cierto, personalmente creo que me has dado demasiada información de los personajes, por lo que cuentas del libro uno de los encantos es ir descubriendo a cada uno de ellos, no sé, ¿qué opinas?

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