Uno de los mejores momentos del día es el tiempo de lectura compartido con mi pequeño de tres años. Es un momento mágico. Él siempre se adentra en la historia: "Mamá, yo quiero entrar ahí", me dice con un tono de suplica, señalando algunas ilustraciones. Como no puede entrar, al día siguiente juega y se imagina que es uno de los personajes. Me encanta observar cómo reinventa el cuento y se apropia de frases con las que nos sorprende.
Hay tantos cuentos de los que podemos hablar que voy a dedicar más entradas a nuestros descubrimientos.
Todos los cuentos son especialmente divertidos, pero hay algunos que tienen un ritmo y una musicalidad que se prestan casi a la interpretación. Uno con el que nos hemos divertido mucho últimamente es:
EL CASCABEL DE LA GATA
La gata Benita no encuentra su cascabel y la señora Julia está buscándola, ¿dónde lo habrá metido? Benita tiene que preguntar al sofá que todo se traga, a la escoba que todo lo barre y a la mesa que por debajo todo le pasa...
¡Muy divertido! ¡Recomendado!
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