Todavía no había respondido a esta pregunta, por falta de tiempo. Coincido con lo que vosotros habéis escrito al respecto, pero me gustaría destacar que me gustaba leer especialemte en la camita, bien arropadita y a ser posible con frío o lluvia fuera, como si estuviera en una guarida, escondida, refugiada, este escenario me ayuda a introducirme entre las páginas del libro, a zambullirme en el mundo paralelo. ¿Recordáis La Historia Interminable? es uno de mis libros favoritos, bueno, pues me encanta el minicampamento que se monta Sebastian escondido en el colegio para leer. Me daba una envidia!! Me encantaban sus pausas de vuelta a su relidad, para comer algo o para reflexionar sobre lo leído y después volvía de lleno a hundirse entre las letras, creo que explicaba muy bien lo que se siente al leer, ese placer tan especial.
Decía me gustaba, porque ya no suelo poder disfrutar de estos momentos tan tranquilos, ahora leo fulareando o teteando para que se duerma mi peque, pero con mucho cuidado de que no note que estoy leyendo y no vea el libro, porque si no, estamos perdidos.... en cuanto lo ve se lo quiere comer enterito, como el increible niño comelibros, ja ja!!
BESINES. PURA VIDA!
Que bueno Kristi, me encantaba el garito que tenía montado Sebastian.
ResponderEliminar¿Para qué sirve un oso?
pues no sé cómo responder a esa pregunta cuéntanoslo tu que has visto la peli granuja
ResponderEliminarMe ha encantado recordar a Sebastian, la verdad es que conseguía perfectamente envolverte en el ambiente de su escondite y en el placer de leer.
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